Ciencia Ficción · Libros

Binti – Nnedi Okonafor

Binti Nnedi okoraforHacía mucho tiempo que tenía Binti en pendientes. No me animé a leerlo porque, por algún motivo, la primera página con la que me encontré es justo la del inicio de cierto momento que nadie se espera y me sentí absolutamente perdida. En plan: ¿de qué demonios va este libro?

Ese es el motivo por el que hay que empezar a leer los libros desde el principio y no dedicarte a pasar páginas y leer aleatoriamente. Más allá de los spoilers, es posible que te sientas desconectado/a de la historia.

Dicho esto, cuando sí que  me puse con el libro, me lo acabé en unas horas, durante una lectura nocturna previa a dormir. Es un libro cortito, de unas cien páginas, que se lee con bastante soltura.

Y, sin embbargo, trata temas muy complejos en muy pocas escenas. Cuestiones como la sensación de pertenencia, los prejuicios sociales y culturales, el precio del desarrollo individual o el miedo a la desconexión son temas constantes del libro. Ese es el motivo por el que Binti resulta un libro tan íntimo, por así decirlo.

En todo momento seguimos las líneas de pensamiento y sentimientos de la protagonista, Binti – su norme es muy largo y no voy a reproducirlo, pero me pareció un detalle precioso -, de modo que es una historia muy personal y cargada de subjetividad. Y es percisamente eso lo que creo que le da el toque que necesitaba.

A nivel tecnológico esta historia no se adentra demasiado en detalles. Sí que presenta cuestiones básicas como la alimentación y limpieza del aire en naves espaciales – que, por cierto, en este universo están vivas, lo que las convierte en una de mis nuevas cosas favoritas dentro de la ciencia ficción -, pero da por hecho elementos tecnológicos como los astrolabios. No son los astrolabios propios del mundo musulmán de la edad media. Son aparatos hipertecnológicos de los que no se nos cuenta demasiado.

Pero esta carencia de detalle a nivel «científico» no amputa nada a la narración en absoluto. Al contrario, en mi opinión la convierte en algo más orgánico, donde la protagonista no se  molesta demasiado en dar explicaciones al lector sobre su entorno a un nivel general, sino sobre su espiritualidad, creencias y cultura. Binti proviene de uno de los grupos sociales más herméticos y ricos a nivel cultural que se ven en la historia y es precisamente eso  lo que le da sentido a que Nnedi Okorafor se centre tanto en la arcilla roja de su tierra y no en el desarrollo y uso de los astrolabios hipertecnológicos.

Binti se ve obligada a abandonar su cultura y sus raíces, así como su casa y su familia, para poder perseguir su sueño de aprender en una universidad espacial lejos de su hogar. Y no se trata únicamente de irse durante un tiempo y regresar – como nos ha podido ocurrir a muchos estudiantes univesitarios – sino de abandonar ese hogar, pues sus padres y su grupo cultural no ven con buenos ojos a los forasteros o a aquellos que abandonan el planeta.

De este modo, desde el inicio de la novela nos vemos enfrentados a los problemas emocionales que Binti ha de superar para seguir su desarrollo como individuo independiente. Ama su familia, su cultura, la tierra sobre la que caminaba… no es una cuestión de haberse cansado o de no sentirse integrada: es una cuestión de buscar un camino diferente a pesar de amar lo que ya conoce y saber que ha de renunciar a ello.

Es evidente que guarda la esperanza de poder volver algún día, pero es consciente desde el comienzo de que lo que está haciendo «está mal» y, de hecho, escapa de su casa durante la noche, sin despedirse de nadie.

Esta «culpa» o sensación de haber abandonado aquello que aún ama acompaña a Binti durante toda la historia y se va desarrollando y volviendo distinta o más profunda según se desarrolla la trama. No puedo hablar de lo que consideré un punto clave en el desarrollo de Binti sin hacer unos spoilers impedonables – tiene cien páginas y siento  que sería matar el libro -, pero sí puedo decir que este libro está muy bien escrito.

Puedes indentificarte con Binti a muchos niveles, aunque no te haya tocado vivir exactamente el tipo de discriminación o separación que ella tiene que vivir – no soy una persona de color y no he podido vivir ciertas experiencias que ella refleja a la perfección. Es muy humana, a pesar de que su entorno sea diferente al nuestro.

Por todo ello, disfruté mucho de Binti. Nnedi Okorafor hace un trabajo magistral, teniendo en cuenta que es una novela muy corta donde se habla de muchas cosas. No es la clásica novela épica llena de información científica o descripción tecnológica: si eso es lo que te gusta, este no es tu libro.

Pero si lo que te llama es profundizar en la contradicción que puede llegar a generase entre las tradiciones y culturas humanas y el desarrollo tecnológico, así como entre la comunidad y el individuo en una sociedad cada vez más individualista pero interconectada, creo que Binti te gustará.

Yo me he apuntado ya Binti: Hogar en mi lista de pendientes y es posible que también me anime a hacerme con el tercero – creo que no lo he dicho antes, pero Okorafor ha escrito ya una trilogía sobre esta protagonista, siendo la novela más larga la tercera, que ronda las doscientas páginas. Es una trilogía que ya ha sido concluida, además.

Si os animáis a darle una oportunidad, me gustaría conocer vuestra opinión y siempre estoy abierta a que alguien me lleve la contraria. ¡Nos leemos!

P.D.: yo leí la traducción de Carla Bataller Estruch y la recomiendo encarecidamente.