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A la deriva en el mar de las lluvias y otros relatos

aladerivaenmarlluvias-okA la deriva en el mar de las lluvias y otros relatos: antología de ciencia ficción contemporánea es, tal y como su subtítulo indica, una antología de ciencia ficción contemporánea, puesta a punto por Mariano Villareal con un gusto y un tacto impresionantes. Forma parte de la colección periódica de antologías llamada Nova Fantástica, de tirada física limitada pero con ideas entusiastas y ganas de dar a conocer las grandes joyas de la literatura de género.

Dado que se trata de una recopilación de diversos relatos y autores, he considerado oportuno comentar cada uno de ellos de modo individual. Pero he de señalar que la obra, como conjunto, me parece, sin lugar a dudas, la mejor antología de ciencia ficción que he leído. Buena elección, buena edición y buen precio.

Me serviré de parte de las introducciones o presentaciones que el propio libro hace de los autores recopilados en él. Pero antes de ello, me gustaría agradecer a la editorial Sportula precisamente que llevase adecuadamente a cabo su principal labor: editar esta pequeña pero cuidada antología. Y remarcar lo impresionante que es la portada de Alex Popescu, portada que no puede sino completar y dar la apariencia adecuada al conjunto.

Seguiré el orden del propio libro, transcribiendo literalmente parte de la presentación de los autores, como previamente he indicado, para después dar una opinión personal de cada uno de los relatos.

La señora astronauta de Marte – Mary Robinette Kowal

Mary Robinette Kowal (Raleigh, Carolina del Norte, 1969) es escritora y titiritera profesional. […] ha sido también directora artística de las revistas Shimmer Magazine y Weird Tales, y ocupado los cargos de secretaria y vicepresidenta de la Science Fiction and Fantasy Writers of America. [VILLAREAL, Mariano (ed.): A la deriva en el mar de las lluvias y otros relatos. Antología de cienccia ficción contemporánea, Sportula, 2015, página 12]

Este relato resulta sorprendente. Comenzar el libro con la fuerza emocional de este pequeño gran relato de Mary Robbinette Kowal da un sabor de boca sumamente agradable y deja con muchas ganas de continuar. La premisa es sencilla: una antigua astronatura retirada en Marte se encuentra en la necesidad de tomar una decisión difícil, encontrándose por un lado la pasión de toda una vida y por otro el amor que la ha acompañado durante toda ella.

Pese a ser un relato de ciencia ficción, destila un toque muy humano, que hace que en ocasiones olvidemos que nos encontramos aún inmersos en una historia que acontece fuera del marco en el que vivimos cotidianamente. La maestría de Kowal para transmitir las dudas y los miedos de la protagonista al lector es increíble, así como el hecho de lograr que se produzca la empatía con ésta, que es ya sexagenaria, a pesar de la falta de experiencia vital que pueden presentar muchos de sus lectores.

Merecedora, sin duda, del premio Hugo a la mejor novela en el año 2014, personalmente considero que hace las veces de puerta grande por la que entrar a esta antología.

Algoritmos para el amor – Ken Liu

Ken Liu (Lanzhou, China, 1976) es un escritor norteamericano de origen chino cuya identidad cultural mestiza queda patente en buena parte de su producción literaria. Su narrativa – no sólo escribe ciencia ficción y fantasía, también cuentos realistas y poesía – posee un fuerte componente humano y especulativo, y es uno de los escritores actuales de género fantástico con una mayor proyección mundial. [VILLAREAL, Mariano (ed.): A la deriva en el mar de las lluvias y otros relatos. Antología de cienccia ficción contemporánea, Sportula, 2015, página 40]

Este es, sin lugar a dudas, mi relato favorito de toda la antología. El tema que trata es muy complejo: ¿dónde está la línea entre el ser humano y una inteligencia artificial? Pero Ken Liu no se lanza a un tema tan complejo de forma técnica y compleja: lo aborda desde una perspectiva muy intimista y personal, desarrollándose la trama en torno a un matrimonio que intenta recuperar su vida y los recuerdos de la mujer.

Pero lo que más interesante resulta del relato es que Liu logra generar en el lector la sensación de que todo lo que dice es científicamente correcto, lo sea o no, dando lugar, de este modo, a una suerte de incerditumbre que sólo se puede comprender al llegar al final de la trama. Yo le doy un diez. Para mi es la más recomendable.

Frigonovia – Will McIntosh

Will McIntosh es doctor en psicología social y fue profesor en la Georgia Southern University hasta que decidió abandonarla para dedicarse a la escritura a tiempo completo. En 2003 se graduó en el taller literario fantástico de Clarion West en 2003.[VILLAREAL, Mariano (ed.): A la deriva en el mar de las lluvias y otros relatos. Antología de cienccia ficción contemporánea, Sportula, 2015, página 60]

Este relato es, en cierto sentido, más sencillo que los dos anteriores. No diré que se trata de una caída en la calidad de la antología, ni mucho menos, pero la forma de narrar y el contenido de la trama de este tercer relato es muy diferente al de los que le anteceden y entorpece un poco el ritmo que el lector percibe, de carácter más intimista y humano, para ofrecer una historia que reflexiona sobre la muerte de un modo más, digamos, superficial.

Ahora bien, pese a que pueda parecer desmerecido por seguir a Kowal y Liu, Will McIntosh propone una historia extraña que hace reflexionar al lector sobre los límites entre la vida y la muerte y si es correcto sobrepasarlos o no. En ella, nos habla de un servicio llamado «frigonovia» donde, por un precio determinado, los hombres pueden acudir a un centro de criogenización para seleccionar a una futura novia. Si se deciden por una, la resucitan, lo que generalmente supone un matrionio previo para asegurar la «inversión».

Al final, esta historia también resulta emotiva, pero, como bien he dicho, el ritmo parece más sencillo y la historia no está hilada de igual modo a las anteriores. Sin embargo, se disfruta. Lo único que recomiendo es dejar un espacio de tiempo prudencial en la lectura entre el anterior relato y este, para no desmerecerlo por el brusco cambio de temática. No olvidemos que ganó el premio Hugo a la mejor novela corta en el año 2010, así como el galardón de los lectores de la revista Asimov’s Science Fiction.

Regreso a casa – Mike Resnick

Mike Resnick (Chicago, 1942) es uno de los escritores más prolíficos y galardonados en la historia del género. Ha escrito más de doscientos libros con su nombre o bajo seudónimo, entre novelas, recopilaciones, series propias y contribuciones ajenas. Ha ganado decenas de premios tanto en Estados Unidos – entre ellos cinco Hugo de alrededor de cuarenta nomminaciones – como de Europa, Japón y otros países, encabeza la lista Locus de ganadores de narrativa breve de todos los tiempos y es un miembro muy querido de la communidad de aficionados a la ciencia ficción, invitado de honor o maestro de ceremonias en medio centenar de convenciones. [VILLAREAL, Mariano (ed.): A la deriva en el mar de las lluvias y otros relatos. Antología de cienccia ficción contemporánea, Sportula, 2015, página 82]

La experiencia se nota y la calidad del relato de Mike Resnick es elevada. Pero es posible que el tema elegido sea un tema bastante común: la decisión de transformarse en algo diferente a lo que se era antes supone la separación de los seres queridos, generando rechazo. Eso es lo que le sucede a uno de los dos protagonistas de la historia, un joven que regresa a su casa después de varios años sin hablarse con su padre, a raíz de su decisión de mutar en una especie alienígena para investigar y vivir en un planeta recientemente descubierto.

Pese a la posible falta de novedad, el relato es muy bonito y la enfermedad de la madre, a quien el chico visita, da un toque particular a la historia, así como el carácter de su padre, tan cercano que podría identificarse con el padre de casi cualquier lector. De nuevo nos encontramos en un ambiente intimista, el interior de un hogar, aunque la premisa esté relacionada con especies alienígenas y la colonización planetaria por parte de la humanidad. Un relato bonito y conciso, que quedó finalista en la categoría de historia corta en los premios Hugo de 2012.

La verdad de los hechos, la verdad del corazón – Ted Chiang

Ted Chiang (Port Jefferson, New York, 1967) es lienciado en informática y escritor de ficción especulativa, graduado en el taller literario fantástico de Clarion en 1989. En la actualidad se gana la vida como escritor técnico en la industria del software. [VILLAREAL, Mariano (ed.): A la deriva en el mar de las lluvias y otros relatos. Antología de cienccia ficción contemporánea, Sportula, 2015, página 106]

Este relato fue una sorpresa. La reflexión que lleva a cabo Ted Chiang es curiosa: ¿qué es la verdad en un mundo donde cada vez hay menos lugar para la percepción subjetiva de la realidad? Para ello se sirve de dos historias que transcurren paralelamente. Una nos habla de un periodista que ha envejecido viendo los rápidos avances de la tecnología, hasta el punto de que ha aparecido un, digamos, artefacto, que permite grabar la vida y generar una base de datos/recuerdos artificial y fácilmente consultable.

La otra historia, menos propia de la ciencia ficción pero cuyo desarrollo tecnológico está soberbiamente desarrollado por Chiang, nos habla de un joven nativo de una tribu recientemente colonizada por la influencia europea. Este chico decide aprender a escribir porque siente curiosidad y se enfrenta a una decisión relacionada con la reflexión que hemos expuesto previamente, aunque dentro de un contexto más cercano a nosotros, donde podemos vernos más identificados. Esta historia se liga con al anterior al final, dando lugar a una reflexión que, por ello, se desarrolla en el tiempo.

Es, probablemente, el relato más complejo, al menos a mi parecer. No requiere de conocimientos científicos específicos, simplemente hay que seguir una serie de argumentos que pueden llegar a contradecirse. No es una cuestión sencilla y Chiang deja espacio al lector para que saque sus propias conclusiones. Altamente recomendado, aunque hay que tener una mente abierta y tomarse un tiempo para comprender por completo la intención del autor. Fue nominado al premio Hugo al mejor cuento o novela corta en el año 2014.

Si fueras un dinosaurio, amor mío – Rachel Swirsky

Rachel Swirsky (California, 1982) es una escritora de fantasía y ciencia ficción especulativa, aunque también es poeta, ensayista, editora e, incluso, fue vicepresidenta de la Science Fiction and Fantasy Writers of America. [VILLAREAL, Mariano (ed.): A la deriva en el mar de las lluvias y otros relatos. Antología de cienccia ficción contemporánea, Sportula, 2015, página 150]

Una de las pequeñas grandes sorpresas del libro es precisamente esta historia corta de Rachel Swirsky. Se trata de una historia sencilla pero muy bonita que se va desplegando a través de posibilidades, no de hechos, pensados por la que parece ser una joven protagonista que ve imposible cambiar un hecho triste de su realidad. Son apenas tres páginas, pero sumamente creativas. Recibió el premio Nebula del año 2014 en la categoría de historia corta.

La Amarillys – Carrie Vaughn

Carrie Vaughn (Sacramento, California, 1973) es autora de la exitosa serie de fantasía urbana Kitty Norville, de la que se han publicado una docena de títulos aunque únicamente tres en España gracias a La Factoría de Ideas; el primero de ellos, Kitty a medianoche, fue elgido mejor primera novela de misterio en los premios Romantic Times. Ha publicado también obras juveniles, de fantasía e, incluso, una novela de superhéroes. [VILLAREAL, Mariano (ed.): A la deriva en el mar de las lluvias y otros relatos. Antología de cienccia ficción contemporánea, Sportula, 2015, página 156]

La temática de esta historia corta de Carrie Vaughn es relativamente común, puesto que se trata de un futuro aparetemente post-apocalíptico, pero la perspectiva es la de la gestión de recursos y cómo afecta eso a la población superviviente. En al historia, acompañamos a la capitana de un barco llamado Amarillys en una lucha por el futuro contra un pasado que la ha marcado de por vida.

Por su parte, a narrativa es agradable, rápida y genera el ambiente necesario para la historia. La trama presenta unos personajes que, pese a no tener un desarrollo muy marcado – determinado en gran parte por la longitud del relato – parecen estar completos, dando el lector las pinceladas que faltan a sus personalidades por los silencios de la historia y no por sus palabras. Por tanto, es una historia bonita, sencilla y basada en la gestión de recursos que deben hacer los seres humanos en una situación en la que éstos se estan acabando. Un toque de esperanza en un futuro no especialmente brillante.

Fue nominada al premio Hugo del año 2011 en la categoría de historia corta.

A la deriva en el mar de las lluvias – Ian Sales

Ian Sales (Gran Bretaña) es escritor, crítico y fundador del blog SF Mistressworks, dedicado a reseñar libros de autoras de ciencia ficción. También destaca en su faceta como editor, de la revista británica The Lyre en los 90′, de a antología de ciencia ficción dura Rocket Science en 2012, y de su propia obra con posterioridad. [VILLAREAL, Mariano (ed.): A la deriva en el mar de las lluvias y otros relatos. Antología de cienccia ficción contemporánea, Sportula, 2015, página 176]

Se trata la novela corta de ciencia ficción dura que da nombre a toda la antología, la cual, por cierto, presenta un glosario propio a causa de a cantidad de tecnicismos que presenta. Este sería, sin lugar a dudas, su mayor atractivo a mi parecer. Sin embargo, es muy probablemente la historia que presenta menos interés a nivel de la trama, pues está centrada en un militar norteamericano que ha quedado varado en la Luna junto a otros compañeros, convirtiéndose en testigos de la destrucción de la Tierra a causa de una supuesta Tercera Guerra Mundial protagonizada por los dos bandos de la Guerra Fría.

El problema reside en que, dado que es un militar y está bien enmarcado en su papel de norteamericano, los toques de odio y profunda irracionalidad que muestra a lo largo de toda la obra hacen que pueda resultar un poco cargante. Si a eso unimos el desconocimiento del lector y la necesidad de consutar constantemente el glosario, puede ser un relato pesado, como me resultó a mi. Esto no quiere decir que Ian Sales haga un mal trabajo, sólo que en esta antología ha estado precedido por verdaderas pequeñas obras de arte de la literatura de género y es difícil competir con ello dentro del estricto ámbito de la ciencia ficción dura, basada, además, en naves espaciales y aviones.

Dado que yo, como autora de este blog, no soy especialmente aficionada a este tipo de relatos, pedí consejo y colaboración a una persona que sabe más de estas cuestiones y que, por ello, podría haber disfrutado más de relato. Dejo aquí su opinión, bastante extensa, para quien pueda estar interesado en otra perspectiva. Por supuesto, lo mejor es leerlo por uno mismo para valorarlo.

Si bien este relato se puede considerar de ciencia ficción dura por su abundancia en términos técnicos y matices científicos, quizás, en general, abusa de esta “estética” aún cuando trata términos de pura fantasía.

Empezamos en una realidad alternativa, una ucronía en la que la Guerra Fría se tornó cálida, y en ello se centrará la parte tecnológica del relato. Continuamente podemos ver referencias a proyectos no realizados de tiempos de la guerra fría, tales como la nave espacial militar TKS soviética, los bombarderos americanos B-70 Valkyrie, o los soviéticos Sukhoi T-4, tres proyectos que se quedaron en fase de prototipo, además de a muchas otras aeronaves de combate, la mayoría proyectos y prototipos de mediados del siglo XX, algunos reales (SR-71 Blackbird, Su-25) algunos fantasiosos y fruto de la teoría de la conspiración (SR-91 Aurora) e incluso una referencia al malogrado proyecto americano de avión de pasajeros supersónico, el Boeing 2707.

Sin embargo, el plato fuerte, y lo relevante para la historia central, es el proyecto Phoebus. Este proyecto, aparentemente sacado con ligeras modificaciones del programa Apolo, propone que las misiones Apolo no se detuvieron en en Apolo 17, y que debido a las preocupaciones militares y la pérdida posterior del interés “científico” (propagandístico) del público, se aprovechó la tecnología y datos obtenidos para establecer una base de observación militar permanente cerca de la zona de aterrizaje del Apolo 15. Todo esto, usando derivados de los módulos Apolo (CM y LM, especialmente) y los Saturno V y Saturno I-B.

Siguiendo un esquema habitual para una base lunar, para evitar la radiación se entierran parcialmente módulos cilíndricos para tener un habitat más seguro. También tienen sistemas avanzados de reciclaje de agua y oxígeno (ironías del destino, esta tecnología fue desarrollada mayormente por la URSS en nuestra realidad, aunque en el libro pone varias veces énfasis en su inferioridad tecnológica). Un poco más exótica es su alimentación eléctrica: un reactor nuclear, como los de muchos antiguos proyectos de bases y naves lunares o marcianas, aunque perfectamente admisible técnica y científicamente, inviable política y económicamente.

Lo que ya no es tan admisible es la aparente cercanía de despegues y aterrizajes, una completa temeridad desde el punto de vista operativo, y más sabiendo el detalle de que las propulsiones de los vehículos son en todo caso hipergólica (la tetrametilhidracina asimétrica es terriblemente tóxica para humanos, imaginad una poca residual de un despegue en la escotilla al entrar en la base…).

Llama también la atención la poca o nula preparación de las EVAs, con el comandante Peterson saliendo inmediatamente y siempre que le apetece, lo cual también parece indicar que tienen alguna manera de recargar los suministros del traje.

Muchas de las maniobras orbitales y los conceptos asociados son fantasiosos, como la ya insoportable costumbre de hacer “caer” cosas que están en órbita porque se desprendan de la nave (hablo del módulo de descenso). Y ante todo, la presencia de la Wunderwaffe, “La campana”, que no tiene mucho que comentar por su absoluto misticismo, junto con todo lo asociado a esta.

En general, este relato parece pretender rellenar con muchos tecnicismos y datos reales una carencia absoluta de rigor científico y un claro afán propagandístico, consiguiendo el objetivo de parecer Hard Sci-Fi para cualquier no iniciado, y destacando por su pura fantasía para cualquier lector interesado mínimamente en la ciencia o que simplemente haga un análisis mínimamente crítico. Por otra parte, es muy entretenida, como toda buena historia de fantasía espacial.

  • Miguel

En general, y como conclusión, me gustaría alabar a selección de Mariano Villareal, pues no es sencillo dar forma a una antología de ciencia ficción que mantenga un nivel tan alto a lo largo de toda la lectura. Crear un ser más o menos heterogéneo a partir de obras heterogéneas es una suerte de periplo del que Villareal sale victorioso.

Y para acabar, me gustaría reseñar la labor de los traductores de los diferentes relatos que han sido mencionados en esta entrada. Gracias a Pilar San Román, Carlos Pavón, Manuel de los Reyes y Diego de los Santos por su labor, que permite acercar estas pequeñas grandes obras de la literatura de género a nuestra orgullosa lengua.